lunes, octubre 22

falta de acostumbramiento

justo cuando me acostumbraba a la primavera, no me molestaba sonarme los mocos a cada rato, amaba la autopista central y sus campos de flores, desempolvaba la shala, enchulaba mi emepetres con discos nuevos, etc,etc,etc y todas las otras frivolidades.
shan!
y el verano apareció con cuatica, no así las vacaciones, ni la playita, ni el campo, ni nada de nadas.
ps: mientras busco un arbol pienso en La Vida de los Otros que me volvió a dar vueltas a propósito del recuerdo de Michel Nash, pero eso será otro cuento, sólo cumplo con compartir lo que da vueltas en este momento preciso, ahora, ya.

3 comentarios:

Juano dijo...

Eso es precisamente lo que me siempre me ha cargado de este pueblo, la primavera es tan linda pero dura tan poco.

Slds

p. dijo...

cada primavera es más estornudá que la anterior, pero aun así me encanta, y se me podrían estar cayendo las lágrimas y los mocos, y me seguiría gustando, pero ¡siempre ha sido corta!
la primavera es lo que tarda en que los capullos estallen y las flores caigan, y que las hojas están verde brillante para pasar a verde oscuro.

besos primaverales-veraniegos
tam!

Unknown dijo...

Nada de primaveras....a mi me gusta directamente el verano, el calor mismo, la trasnpirá, el asorrrrrrochamiento y todo eso.

Soy un AS del calor, puedo recibir los rayos del sol (con factor claramente) por horas, amor andar a pie descalzo y transpirar creo que es el acto mássano del mundo...


Tan solo falta el derecho de andar en pelota por la vida.

saludos!